La metodología utilizada la llamamos “more with less”, y es lo que nos asegura nuestro enfoque a resultados y lo que nos diferencia. El objetivo es conseguir mejores resultados con menos esfuerzos.

En la aplicación de esta metodología, en cada proyecto en particular, estudiamos las herramientas más eficaces valorando el impacto que producen y el coste en tiempo, y las aplicamos solo hasta el punto en que los resultados a conseguir no justifican el esfuerzo a realizar por el cliente.

Entre las herramientas que podemos utilizar, en la medida en que son clave para conseguir resultados, están algunas relacionadas con Lean Manufacturing tales como TPM, SMED, 5S, Sistemas PULL, tarjetas Kanban, JIT y otras como Six Sigma, Métodos y tiempos, Herramientas de Negociación, Pensamiento creativo…

Las dos fases principales de los proyectos son: análisis de situación y proyecto de mejora.

ANÁLISIS DE SITUACIÓN

El primer paso es realizar un ANALISIS GRATUITO de un día, como máximo, para determinar si el potencial de mejora es alto. Sólo si el potencial de mejora es alto, se pasa a la realización de un análisis completo en productividad y/o plazos, según las prioridades.

El objetivo del análisis completo es saber dónde y cómo podemos ahorrar o mejorar más. Consiste en observar cómo se realizan las actividades, estudiar datos y hablar con las personas. El resultado final es un informe que identifica y cuantifica las mejoras y define un calendario de actuación con las líneas maestras a seguir.

En el caso del plazo, el foco del análisis se centra en ver cómo es la organización de la producción y cómo se coordinan los distintos departamentos para acortar el plazo. En el caso de productividad consiste en revisar los métodos de trabajo de forma PRESENCIAL en la planta.

IMPLANTACION DEL CAMBIO

Al inicio se definen los indicadores que van a medir el éxito del proyecto y se comienza a registrar datos. Estos indicadores nos van a seguir dando información durante el proyecto en cuanto al impacto económico o de otro tipo de las medidas que se van implantando.

También justo después del análisis inicial se ponen en marcha acciones de impacto inmediato. Están enfocadas a conseguir las mejoras que más impactan lo antes posible, utilizando una base metodológica muy fácil de consolidar.

El trabajo más laborioso es cambiar hábitos de trabajo. El cambio de hábitos tiene que ver con la forma en la que organizamos el trabajo de cada persona o departamento, pero incluso más importante, sobre cómo se coordinan los departamentos entre sí. La consolidación de estos hábitos es clave para que las mejoras obtenidas se consoliden en el tiempo.